La verdadera metedura de pata de Disney no fue sacar su Disney+ en sólo unos pocos países (y que el resto del mundo les pirateara rápidamente el contenido). La cagada máxima fue no tener preparados los muñecos de Baby Yoda el año pasado para venderlos en Navidad como rosquillas. Pero bueno, no hay mal que 50 años dure. Por fin han sacado un Baby Yoda fiel al de la serie. Con un módico precio, además (gracias espy)