Oculus Rift, las gafas esas de realidad virtual que dicen que van a revolucionar la vida de todos los jugones. ¿Quién no querría tener unas? Pero tenemos el problema de siempre, amigos, son más caras que las preferentes de Bankia. ¿Solución? Un cutre simulador de Oculus Rift para que te marees en casa sin gastarte un duro y sin disfrutar de ningún juego (gracias McNolo)