Scott Heiferman era un alto ejecutivo, director general de una prometedora punto com... hasta que llegó la crisis y lo despidieron. Más deshecho que Tristón, se apuntó a las listas del paro. ¿Quién le iba a dar ahora trabajo? ¿Dónde conseguiría un buen sueldo digno de su amplia carrera como CEO?.... ¡¡En McDonalds!! (por supuesto).