Me caen muy bien los mapaches, pero me parece muy cruel que un maldito mapache se comiese las patas delanteras de esta pequeña tortuga. Menos mal que su dueña le ha hecho unas patas (bueno, a cualquier cosa le llaman pata) para que se pueda mover más decentemente (quizás unas ruedas hubiesen sido mejor, pero no está mal).